Éste no es un clásico HAPPY brindis, ¡Salud! (con agüita mineral).

Aklyoner
3 min readDec 19, 2021

Finales de año solía traerme malestar, los síntomas: Decepción, tristeza y un maldito frío que era más mental que real. No me malentiendan, no era el clásico grinch al que le disgustaban las fiestas, o las casas retacadas de adornos, ni siquiera la felicidad desbordada de tantas personas que habían esperado con tanta emoción a que llegara Noviembre y Diciembre; no, no era eso, tenía que ver más con aquel montón de experiencias que me venían bajoneando por años, y que habían creado en mí una especie de alergia Navideña.

Mi cuerpo se había preparado para estar indispuesto por éstos meses y poder cancelar planes sin tener que mentir. Me obligaba a hacerme bolita debajo de todas mis cobijas para recrear aquella calidez que “debería” de sentir.

¿Qué otra cosa yo le podía ofrecer a ésta época sino eran mis esperanzas muertas y aquel joven corazón roto?

Dormir era el mejor método para hacer que pasara todo más rápido y a principios de Enero iniciar mi recuperación.

Hoy es diferente, aunque finales de año pareciera un fin de semana alargado en el que puedo visitar amigos y familia, no alcanzo a disfrutarlo. Me siento robótico, los planes, las fiestas y el trabajo han saturado tanto mi mente que no he podido poner pausa y poder simplemente ESTAR en el presente.

Algún tipo de bot se ha hecho de mi cuerpo para actuar instintivamente y cumplir con la agenda. Me he vuelto un simple espectador en las butacas detrás de mis ojos y me doy cuenta de todo el tiempo que ha pasado, tanto, que casi duele. Se nota en los nuevos hábitos y estilo de vida de mis amigos, en las nuevas curiosidades de mi hermano, y en lo cada vez menos que entienden mis papás de la tecnología.

Aunque pueda distinguir todas las diferencias en el exterior es en mí donde más lo noto. No me siento el mismo y definitivamente no lo soy, hay menos fiesta, menos energía, más cuidados, más responsabilidades. He empezado a ser más consciente de la vida de mis padres, me preocupo más por ellos y me siento responsable de su salud. Me he puesto las pilas con mi bienestar para poder ser fuerte y estar para quien lo necesite, le he encontrado gran agrado al poder darle algo útil a los demás e incluso me he tomado muy en serio las finanzas para mi futuro.

Físicamente el tiempo también ha dejado su registro en mí, me veo nuevas marcas en la piel, me han empezado a salir canas de la nada y el pelo se me sigue cayendo.

Hay tanta añoranza debajo de mi piel que me deja ensimismado pensando en muchos de mis pasados y con ganas de regresar a ellos siquiera por unos minutos.

El tiempo me ha dado unas cuantas cachetadas de realidad, me ha quitado la idea de inmortalidad que creía poseer, me ha dejado este año débil en el hospital tomándome en serio la pregunta ¿Qué quiero hacer con mi vida?, me ha hecho ver que un día seré viejito, con menos capacidades, y que es hoy cuando tengo que hacer algo para poder llegar a esos días feliz y con la mejor salud posible.

¡Salud!

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